lunes, 9 de abril de 2012

Sexualidad Saludable




Mi nombre es Kelly,  una adicta al sexo y al amor en recuperación. Me han propuesto hablar acerca de lo que considero “Sexualidad Saludable” y la primera cosa que pensé fue que yo no estoy segura de saber que es en realidad tener una sexualidad saludable, lo que puedo decir es que tengo cierta experiencia, esperanza y aspiraciones al respecto. En mi caso solo puedo hablar de valores y que mis valores han experimentado un drástico cambio desde que comencé a asistir a las reuniones de ASAA. Para mi la sexualidad comienza fuera del dormitorio y quizás muchos aquí tenemos impresiones o recuerdos de cuando comenzó todo para nosotros. Como adicta puedo decir que mi sexualidad comenzó en lugares no apropiados. Tengo pequeños pedazos de mi Línea de base que mencionan por ejemplo “no tener sexo en el piso de cocinas”, o “sexo únicamente en la cama”. Tuve que incluir estos patrones adictivos en los cuales generalmente no pienso a no ser en situaciones como esta, en la construcción de mi Línea de base. Y si me preguntasen como me gustaría tener sexo, lo haría de acuerdo con mi Línea de base porque es el lugar donde precisamente quiero estar y no porque considere todo lo demás malo. No es bueno para mí y eso basta. Tener sexo fuera de la Línea de base sería como participar en una situación que no me importase. Lo mas importante es darse cuenta y reconocer cuando los patrones comienzan a desarrollarse ya sea, tanto dentro de un auto como en el living de la casa, etc. Y no es el hecho cortar de raíz el acercamiento sino la circunstancia en donde y como se da. Como opción por ejemplo podemos “tratar el tema” mas tarde en el medio y la forma que creemos adecuados. Cualquier consideración que tome para tratar de hacerlo de cualquier forma siguiendo mis impulsos es un engaño. En mi caso la fantasía y la intriga no van con una relación sana.


La primera cosa que tengo en consideración cuando entro en una relación monogama (en mi caso siempre lo he sido)  es el respeto hacia mi misma y hacia mi pareja. Si no tengo respeto por mi misma no lo puedo ofrecer a otra persona.


Debo respetar la gente alrededor mío en situaciones como por ejemplo si tengo que pasar la noche con mi pareja en la casa de algún familiar o en habitaciones contiguas en un hotel. Respetar mis actividades, mis obligaciones y la hora en que me debo levantar, también son elementos de una guía que si bien no es perfecta, me da claridad para actuar en forma saludable.


Otro elemento para mantener una sexualidad saludable es hablar sobre el tema. Los adictos en vez de hablar queremos siempre hacer. Por suerte estoy en una relación en la que hablamos de lo que queremos y nos tomamos en cuenta sobretodo con nuestros estados de ánimo. La gente piensa que hablar mucho sobre como estamos y lo que queremos le saca la parte romántica al momento, pero en mi experiencia el hablar, el pedir permiso, el hacer preguntas son elementos que a través del tiempo van formando patrones de relación saludables. También puede parecer que todo esto nos lleva a una falta de espontaneidad pero en realidad a medida que se dan estas situaciones en el tiempo, se crea una rutina y uno aprende a acercarse al otro con una confianza y una libertad muy disfrutable.


Un límite importante para una sexualidad sana es el asegurarse que no haya nadie mas en la habitación en el momento de tener relaciones. Y esto no solamente se refiere a personas sino a temas sin resolver, o fantasmas de nuestro pasado. En nuestra relación terminamos preguntándonos como nos encontramos, esto no significa una charla extensiva pero definitiva nos da la pauta de que es lo que podemos compartir.


Quiero leer un pasaje del Texto Básico sobre el tema que dice; “Al ponernos a revisar la clase de motivos que existen detrás de nuestra participación sexual y al revelarle nuestros sentimientos acerca de estos a la otra persona comenzamos a ser responsables con nuestros compañeros íntimos. Nuestras dudas, nuestros comentarios e inseguridades nos llevarán a un compromiso mayor. Las inquietudes sexuales una vez articuladas y compartidas devienen en asuntos emocionales a ser trabajados con nuestras parejas. La imposibilidad de mantener un oasis sexual en medio de un desierto emocional es claramente confirmada.”


Frecuentemente lo que más tememos no es al sexo sino al rechazo de tener sexo y por eso es pertinente el preguntar antes de llevarlo a cabo. Muchas veces me ha ocurrido el dar por entendido que íbamos a tener sexo con mi pareja en tal momento. Llegado ese momento pregunto como ella se siente y la respuesta puede ser, que prefiere no tener sexo. Por supuesto que en esta situación hay cantidad de sentimientos que se me agolpan y me inquietan. Entonces antes que nada reconozco mis sentimientos y pido ayuda al Poder Superior  para parar mi enojo, mi vergüenza, mi frustración, mi resentimiento, y trato dejarme inundar por su luz. Pido estar en calma y no tornarme auto destructiva, que es como generalmente me pongo en esta clase de situaciones. No me fue fácil aprender a mantenerme calma pero lo he aprendido. Este tipo de situaciones se dan de vez en cuando, está claro que si se dieran siempre no estaríamos en una relación. Lo que quiero decir es que con el tiempo uno aprende a manejar estas situaciones, sobretodo cuando uno sabe que esta no va a ser la última vez que suceda.


Es esencial mantener vivo el aspecto sagrado, invocando a nuestro Poder Superior cuando sea necesario y el aspecto integrador, porque en el sexo se funden nuestro corazón, nuestro físico, nuestra mente y espíritu.


En definitiva en el sexo usamos las mismas herramientas que usamos en nuestra vida en general; la oración, la honestidad, la paciencia, la compasión, el compartir y el cuidado de nosotros mismos y de los que nos rodean.


Gracias
Anónimo.











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