miércoles, 20 de junio de 2012

Junta del 20/06, 10 am on line


“ANSWERS IN THE HEART”

Reflexión del dia.

“Somos controlados por una condición, no por una teoría”

Grover Claveland


Nuestra época invierte fuertemente en la idea de la introspección. Nos gustan las teorías psicológicas y pensar que estamos en el camino a descubrir los motivos y necesidades básicas de la gente. En el área del sexo, especialmente, tenemos altas expectativas de que pronto descubriremos todo y resolveremos los enigmas que mistifican a Edipo y a Freud.

Pero el sexo no es solo una teoría más de lo que lo es la vida. Está allí, en todos nosotros, cada día, una fuerza, un sentimiento, que es parte de nosotros. En nuestro caso, está fuera de control, como adictos sexuales, románticos y anoréxicos recuperándose, estamos apenas aprendiendo como manejar esta parte vital de nosotros mismos.

¿Nos ayudará la teoría? Hasta cierto punto si. Podemos tratar y descubrir el origen y las causas de nuestras acciones. PERO EL ENTENDIMIENTO NECESITA SER ACOMPAÑADO POR LA “ACCIÓN”. Necesitamos dar pasos para reorientar nuestro comportamiento. Es por ello que nuestro programa tiene pasos de acción en su esencia, estamos en el camino, continuamente, hacia el cambio y la renovación. Nunca llegamos al punto en que podamos decir: “Ah sí, ya entiendo, eso ahora, está finiquitado”. Eso sería demasiado simplista, y en cierta forma, un insulto a la gloriosa complejidad del sexo y la vida.

Estoy moviéndome a través de la vida, moviéndome y creciendo como un participante en la condición humana.



TEMA DEL DÍA:

LAS CARACTERÍSTICAS DELADICTO A LA EVITACIÓN 1

Los adictos al amor se sienten atraídos hacia personas que muestran ciertas características identificables y bastante predecibles, y las personas con esas características se sienten atraídas a su vez hacia los adictos al amor. El atributo principal que marca todas las características del “modelo” de pareja para un adicto al amor es la “evitación” (personas que evitan a toda costa ser conocidas y conocer), lo que parece increíble para sus parejas, puesto que al principio los adictos a la evitación les parecen muy fuertes.

 Los adictos a la evitación tienen por lo menos tres características que se combinan para tener como resultado una evitación de la intimidad (evitan de cualquier forma ser conocidos por el otro y conocerle también).

1. Se evaden intensamente en la relación, al crear intensidad en otras actividades, habitualmente fuera de la relación (suele tratarse de adicciones alcohol, drogas, cigarro, comida, otra relación etc.…)

2. Evitan ser conocidos en la relación con objeto de protegerse a sí mismos de la absorción y control por parte de la otra persona.

3. Evitan el contacto íntimo con su pareja, para lo cual utilizan una variedad de procesos que llamo técnicas de distanciamiento.

He observado las características del adicto a la evitación con mayor frecuencia en la parte masculina de una relación romántica entre un hombre y una mujer, aunque hay relaciones románticas en las que sucede lo contrario. También es posible que uno de los miembros de una pareja gay o lesbiana tenga las características del adicto a la evitación. Además, las características de este adicto pueden surgir también en otras clases de relaciones, como por ejemplo: con los niños, con los padres, los suegros, con un cliente terapéutico o con amigo íntimo, por citar solo unas pocas posibles.

Un rasgo fundamental de las relaciones que los adictos a la evitación mantiene con los demás es el “abandono real”; por lo general los adictos al amor son los que los llaman, los buscan, los invitan, los toman en cuenta, los esperan, les hacen regalos, les festejan sus cumpleaños, les guardan fidelidad, los respetan, los perdonan, los justifican etc. Mientras los adictos a la evitación no comparten quienes son de una manera realista con nadie ni con sus hijos. Llevan una vida en la que se hallan situados por detrás de muros emocionales protectores y, lo mismo que los artistas invisibles que manejan a las marionetas, tratan continuamente de controlar las elecciones de aquellas otras personas con las que se relacionan.

Dos temores: Uno consiente y el otro inconsciente.

Los adictos a la evitación temen conscientemente la intimidad (y mucho) porque están convencidos de que se aprovecharán de ellos y se verán absorbidos y controlados por ellos como lo fueron en su niñez. Como veremos los adictos a la evitación, fueron esquilmados, absorbidos y controlados por la necesidad de otros, por la existencia de otro y no desean pasar de nuevo por esa misma experiencia. Esa experiencia de la niñez creó en ellos la convicción profundamente enraizada de que una mayor intimidad y conexión traería consigo más sufrimiento, para lo que se basan tanto en la experiencia con las personas que los cuidaron de niños como con sus parejas adictas amorosas.

Al mismo tiempo los adictos a la evitación temen a un cierto nivel verse abandonados. Ese temor suele ser inconsciente, aunque en algunos de ellos suele encontrarse a un nivel bastante cercano de la conciencia. El temor en la edad adulta procede de verse abandonados como de niños por quienes les cuidaban, puesto que cuando un niño se ve obligado a alimentar emocionalmente a un progenitor, este último abandona las necesidades de nutrición emocional del niño. Aunque el abandono es una experiencia menos evidente que el dejarse enredar para el adicto a la evitación, no por ello es menos real. Puesto que no tuvo en la niñez contacto con otro ser humano que aliviara su dolor, temor y vacío de abandono, no aprendió que una relación puede aliviar la experiencia de abandono. Ese temor inconsciente a verse abandonado atrae al adicto a la evitación hacia el mantenimiento de múltiples relaciones, aun cuando tiene una gran dificultad para establecer un compromiso o conectar con su pareja.

En un nivel inconsciente, el adicto a la evitación reconoce y se siente atraído por el fuerte temor al abandono del adicto al amor, porque sabe que lo único que tiene que hacer para despertar ese temor al abandono en su pareja es amenazarla con abandonarla o teniendo otras parejas. El adicto a la evitación está convencido de que mantener el control de este modo le permitirá escapar al aprovechamiento, la absorción y el control por parte del otro y aun nivel más profundo a evitar al verse abandonado.

Así pues, los adictos a la evitación tienen los dos mismos temores que los adictos al amor: “intimidad y abandono”. La diferencia estriba en que aquello que es consiente para el uno, es inconsciente para el otro. El adicto al amor tiene un fuerte temor al abandono y un temor inconsciente a la intimidad, lo que le hace elegir inconscientemente a alguien que no puede intimar. El adicto ala evitación tiene un fuerte temor a La intimidad y, sin embargo, un temor subyacente profundo al abandono. Esto lo mantiene al borde externo de la relación donde, durante una parte del tiempo, puede sentirse poderoso dedicado a satisfacer las necesidades de alguien sin sentirse absorbido por él.


PUNTOS A TRABAJAR
1. ¿Con cual de las dos posiciones “adicto al amor o adicto a la evitación” te identificas más? ¿Por qué?
2. Antes de llegar al grupo ASAA, las características que tenían tus parejas sexuales y románticas ¿Eran como las antes mencionadas en el texto? ¿Por qué?
3. ¿Encuentras estas características y formas de relacionarse en la relación de tus padres? Comparte ampliamente.

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