“ANSWERS
IN THE HEART”
Reflexión
del dia.
“Somos controlados por una condición,
no por una teoría”
Grover Claveland
Nuestra época invierte fuertemente en
la idea de la introspección. Nos gustan las teorías psicológicas y pensar que
estamos en el camino a descubrir los motivos y necesidades básicas de la gente.
En el área del sexo, especialmente, tenemos altas expectativas de que pronto
descubriremos todo y resolveremos los enigmas que mistifican a Edipo y a Freud.
Pero el sexo no es solo una teoría más
de lo que lo es la vida. Está allí, en todos nosotros, cada día, una fuerza, un
sentimiento, que es parte de nosotros. En nuestro caso, está fuera de control,
como adictos sexuales, románticos y anoréxicos recuperándose, estamos apenas
aprendiendo como manejar esta parte vital de nosotros mismos.
¿Nos ayudará la teoría? Hasta cierto
punto si. Podemos tratar y descubrir el origen y las causas de nuestras
acciones. PERO EL ENTENDIMIENTO NECESITA SER ACOMPAÑADO POR LA “ACCIÓN”.
Necesitamos dar pasos para reorientar nuestro comportamiento. Es por ello que
nuestro programa tiene pasos de acción en su esencia, estamos en el camino,
continuamente, hacia el cambio y la renovación. Nunca llegamos al punto en que
podamos decir: “Ah sí, ya entiendo, eso ahora, está finiquitado”. Eso sería
demasiado simplista, y en cierta forma, un insulto a la gloriosa complejidad
del sexo y la vida.
Estoy moviéndome a través de la vida,
moviéndome y creciendo como un participante en la condición humana.
TEMA
DEL DÍA:
LAS CARACTERÍSTICAS DELADICTO A LA
EVITACIÓN 1
Los adictos al amor se
sienten atraídos hacia personas que muestran ciertas características
identificables y bastante predecibles, y las personas con esas características
se sienten atraídas a su vez hacia los adictos al amor. El atributo principal
que marca todas las características del “modelo” de pareja para un adicto al
amor es la “evitación” (personas que evitan a toda costa ser conocidas y
conocer), lo que parece increíble para sus parejas, puesto que al principio los
adictos a la evitación les parecen muy fuertes.
Los adictos a la evitación tienen por lo menos
tres características que se combinan para tener como resultado una evitación de
la intimidad (evitan de cualquier forma ser conocidos por el otro y conocerle
también).
1. Se evaden intensamente
en la relación, al crear intensidad en otras actividades, habitualmente fuera
de la relación (suele tratarse de adicciones alcohol, drogas, cigarro, comida,
otra relación etc.…)
2. Evitan ser conocidos en
la relación con objeto de protegerse a sí mismos de la absorción y control por
parte de la otra persona.
3. Evitan el contacto
íntimo con su pareja, para lo cual utilizan una variedad de procesos que llamo
técnicas de distanciamiento.
He observado las
características del adicto a la evitación con mayor frecuencia en la parte
masculina de una relación romántica entre un hombre y una mujer, aunque hay
relaciones románticas en las que sucede lo contrario. También es posible que
uno de los miembros de una pareja gay o lesbiana tenga las características del
adicto a la evitación. Además, las características de este adicto pueden surgir
también en otras clases de relaciones, como por ejemplo: con los niños, con los
padres, los suegros, con un cliente terapéutico o con amigo íntimo, por citar
solo unas pocas posibles.
Un rasgo fundamental de las
relaciones que los adictos a la evitación mantiene con los demás es el
“abandono real”; por lo general los adictos al amor son los que los llaman, los
buscan, los invitan, los toman en cuenta, los esperan, les hacen regalos, les
festejan sus cumpleaños, les guardan fidelidad, los respetan, los perdonan, los
justifican etc. Mientras los adictos a la evitación no comparten quienes son de
una manera realista con nadie ni con sus hijos. Llevan una vida en la que se
hallan situados por detrás de muros emocionales protectores y, lo mismo que los
artistas invisibles que manejan a las marionetas, tratan continuamente de
controlar las elecciones de aquellas otras personas con las que se relacionan.
Dos temores: Uno consiente
y el otro inconsciente.
Los adictos a la evitación
temen conscientemente la intimidad (y mucho) porque están convencidos de que se
aprovecharán de ellos y se verán absorbidos y controlados por ellos como lo
fueron en su niñez. Como veremos los adictos a la evitación, fueron
esquilmados, absorbidos y controlados por la necesidad de otros, por la
existencia de otro y no desean pasar de nuevo por esa misma experiencia. Esa
experiencia de la niñez creó en ellos la convicción profundamente enraizada de
que una mayor intimidad y conexión traería consigo más sufrimiento, para lo que
se basan tanto en la experiencia con las personas que los cuidaron de niños
como con sus parejas adictas amorosas.
Al mismo tiempo los adictos
a la evitación temen a un cierto nivel verse abandonados. Ese temor suele ser
inconsciente, aunque en algunos de ellos suele encontrarse a un nivel bastante
cercano de la conciencia. El temor en la edad adulta procede de verse
abandonados como de niños por quienes les cuidaban, puesto que cuando un niño
se ve obligado a alimentar emocionalmente a un progenitor, este último abandona
las necesidades de nutrición emocional del niño. Aunque el abandono es una
experiencia menos evidente que el dejarse enredar para el adicto a la
evitación, no por ello es menos real. Puesto que no tuvo en la niñez contacto
con otro ser humano que aliviara su dolor, temor y vacío de abandono, no
aprendió que una relación puede aliviar la experiencia de abandono. Ese temor
inconsciente a verse abandonado atrae al adicto a la evitación hacia el mantenimiento
de múltiples relaciones, aun cuando tiene una gran dificultad para establecer
un compromiso o conectar con su pareja.
En un nivel inconsciente,
el adicto a la evitación reconoce y se siente atraído por el fuerte temor al abandono
del adicto al amor, porque sabe que lo único que tiene que hacer para despertar
ese temor al abandono en su pareja es amenazarla con abandonarla o teniendo
otras parejas. El adicto a la evitación está convencido de que mantener el
control de este modo le permitirá escapar al aprovechamiento, la absorción y el
control por parte del otro y aun nivel más profundo a evitar al verse
abandonado.
Así pues, los adictos a la
evitación tienen los dos mismos temores que los adictos al amor: “intimidad y
abandono”. La diferencia estriba en que aquello que es consiente para el uno,
es inconsciente para el otro. El adicto al amor tiene un fuerte temor al
abandono y un temor inconsciente a la intimidad, lo que le hace elegir
inconscientemente a alguien que no puede intimar. El adicto ala evitación tiene
un fuerte temor a La intimidad y, sin embargo, un temor subyacente profundo al
abandono. Esto lo mantiene al borde externo de la relación donde, durante una
parte del tiempo, puede sentirse poderoso dedicado a satisfacer las necesidades
de alguien sin sentirse absorbido por él.
PUNTOS A TRABAJAR
1. ¿Con cual de las dos posiciones “adicto al amor o
adicto a la evitación” te identificas más? ¿Por qué?
2. Antes de llegar al grupo ASAA, las características
que tenían tus parejas sexuales y románticas ¿Eran como las antes mencionadas
en el texto? ¿Por qué?
3. ¿Encuentras estas características y formas de
relacionarse en la relación de tus padres? Comparte ampliamente.
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