31
de julio 2012
1.
Reflexión
del dí
EN ESTE MOMENTO SIENTO MIS SENTIMIENTOS
Mis sentimientos no me definen. Mis sentimientos no
son ni buenos ni malos, solamente son.
Es mi elección cuánto tiempo guardo mis
resentimientos.
Si me siento abrumado por mis sentimientos, hago una
pausa. Respeto el sitio donde me encuentro. Reconozco mis sentimientos. No
desaparecen porque los ignore o los niegue. Debo compartirlos con alguien en
quien confíe. Encuentro el entorno donde me sienta seguro como lo puede ser una
reunión, donde puedo esperar toda gama de emociones. ¡Es un alivio tan grande
no ser juzgado ni criticado! Ahora sé cuáles son mis sentimientos y los expreso
de manera sana.
Gracias ASAA.
2.
Tema.
Comparación entre la anorexia y la
adicción
Tanto
Los anoréxicos sexuales como los adictos al sexo se sienten impotentes. En ese
sentido, los involuntarios sentimientos de aversión en el anoréxico no son
diferentes de los sentimientos de excitación sexual no deseados por el adicto.
Ambos terminan en desesperación y en un gran perjuicio vital. Ambos se
caracterizan por el pensamiento engañoso que los mantiene atascados en lo que
hacen. Ambos requieren mantener secretos. Ambos están obsesionados por el sexo.
¿Estamos hablando de la misma enfermedad? De muchas maneras es así. El Capítulo
1 describía cómo un sobrealimentado compulsivo puede convertirse en una persona
que hace dieta compulsivamente. La misma dinámica puede aplicarse al sexo. Este
libro se origina en parte en la observación de los adictos sexuales en
recuperación que se volvían negadores compulsivos del sexo. Es que no existía
una recuperación. El sexo era todavía el enemigo. Hay intercambiabilidad
entre los trastornos sexuales ilustrada por la historia de Shannon.
Después
de que el primer marido de Shannon se marchó, ella cayo en una profunda
depresión, Entonces comenzó una aventura
con un hombre casado de su trabajo. Pronto estaba frecuentando bares y teniendo
relaciones de una noche. Shannon dijo: “Después de tres meses yo estaba fuera
de control. Fue pasmosa la rapidez del cambio. De ser incapaz de soportar el
pensamiento del sexo, pasé a estar obsesionada con tener relaciones sexuales.
Aventuras y encuentros: así pasé los seis años siguientes". Finalmente una
aventura muy enredada la llevó a ser víctima de una brutal agresión física, y Shannon
fue hospitalizada. Un capellán del hospital logró que Shannon examinara su vida
y una semana después buscó tratamiento para su adicción sexual. La agresión la
hizo despertar.
Los
adictos al sexo tienen un sistema de conducta muy similar al de los anoréxicos sexuales.
Tienen idénticas creencias esenciales sobre su falla de mérito para ser amados.
Sin embargo, el adicto al sexo cree que el sexo es su necesidad más importante;
esto puede ser aterrorizador o no. Esto es aceptable porque el juicio
distorsionado del adicto sexual justifica la conducta sexual descontrolada.
La
obsesión del adicto con el sexo conduce a rituales que acentúan la obsesión. Los
rituales favorecen la conducta
sexualmente compulsiva. El adicto siente entonces desesperación. Para curar la desesperación, el adicto vuelve a la
obsesión como una forma de escapar al dolor. El contenido del sistema es
diferente —es el extremo opuesto de lo que hace el anoréxico— pero tiene los
mismos componentes, la misma circularidad y los mismos supuestos esenciales. Y
a menudo le sucede a la misma gente. La figura compara los dos sistemas.
Has tus anotaciones sobre la reflexión y el tema, y compártelos
en la junta.
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